Un poder inmenso, una gran responsabilidad (y muchas meteduras de pata)
Hablar con una inteligencia artificial parece fácil… hasta que te das cuenta de que la mitad de tus preguntas generan respuestas vagas, inútiles o directamente absurdas.
Pides "una receta fácil" y la IA te sugiere un plato con 17 ingredientes exóticos que solo se consiguen en la cima del Everest 👀. Le dices "explícame física cuántica como si tuviera cinco años" y te responde con un tratado digno de un doctorado en el MIT, acompañado de ecuaciones que parecen escritas durante un terremoto.⍯⋝⊴⋤
¿El problema? No eres tú… bueno, un poco sí
Algo estás haciendo mal. Y no, el problema no es que la IA te odie (aunque a veces lo parezca). Es que no sabes cómo hablar con una IA. Tranquilo, no eres el único. Es un arte, y como todo arte, tiene su toque de misterio, frustración y algún que otro momento en el que quieres gritarle a la pantalla: "¡¿Por qué me odias?!"
(Spoiler: la IA no siente nada, así que ni se inmuta 😏)
Prompt Engineering: El arte oculto de no parecer un noob
Bienvenido al prompt engineering, el arte oscuro (pero imprescindible) de darle instrucciones a una IA sin parecer un completo principiante.
Aquí no se trata solo de pedir cosas, sino de saber cómo pedirlas. Es como ir a una pizzería y decir “quiero algo rico”, esperando una pizza gourmet, pero terminas con una ensalada triste porque, técnicamente, es “algo rico”… para alguien.
¿Quieres respuestas mediocres o magia digital?
Un buen prompt puede convertir una IA en tu asistente personal definitivo: productiva, eficiente y (casi) como ese colega que siempre tiene la respuesta correcta.
Un mal prompt, en cambio, hará que la IA te responda con la precisión de un loro con acceso a Wikipedia y la creatividad de una tostadora.
¿Quieres dejar de recibir respuestas mediocres?😀 Vamos a sumergirnos en este oscuro arte sin rodeos, sin tecnicismos aburridos y, sobre todo, sin perder la cordura. Porque sí, aprender cómo hablar con una IA puede ser más sencillo de lo que parece… o al menos, más divertido.
1. El error clásico: "La IA me entiende con solo pedirle cosas"
Si alguna vez has escrito un prompt y la respuesta ha sido un desastre, felicidades: acabas de descubrir que las IAs no son adivinas. No importa cuán convencido estés de que tu petición era clarísima, la IA no tiene una bola de cristal ni superpoderes para descifrar lo que realmente querías decir.
La IA no es el genio de la lámpara (ni siquiera uno barato de imitación)
Piensa en la IA como el genio de la lámpara 🧞… pero con memoria a corto plazo y cero intuición. Le pides "hazme un texto sobre gatos" y te dará lo primero que encuentre en su base de datos: un refrito genérico que podría haber escrito tu primo de 10 años tras leer un par de datos en Wikipedia.
¿Querías curiosidades sobre gatos egipcios? Mala suerte. ¿Una historia épica de felinos espaciales luchando contra ratones intergalácticos? Pues no lo dijiste, así que prepárate para un aburrido párrafo sobre cómo los gatos duermen 16 horas al día. Fascinante, ¿no?
🛠 Cómo arreglarlo sin perder la paciencia (ni el sentido del humor)
Aquí viene la parte donde evitamos el desastre:
✔ Especifica el tono y el formato:
No basta con pedir “háblame de gatos”. Dile: "Escribe un artículo informativo sobre los gatos domésticos con un tono divertido y datos curiosos." La IA no es tu madre, no adivina lo que quieres con solo mirarte.
✔ Da contexto:
Si quieres algo con más chicha, suéltaselo de frente: "Explica la historia de los gatos como animales de compañía desde el antiguo Egipto hasta la actualidad." Cuanto más detalles, menos sorpresas desagradables.
✔ Sé directo:
Si tienes un objetivo claro, dilo sin rodeos: "Redacta un texto persuasivo para convencer a alguien de adoptar un gato en lugar de comprar uno." Nada de andar con rodeos tipo “hazlo interesante”, porque la IA y tú tenéis definiciones MUY diferentes de lo que eso significa.
La diferencia es brutal (literalmente)
¿El resultado? La diferencia entre obtener un texto genérico que podrías haber encontrado en el tercer resultado de Google o uno que realmente te sirva.
Recuerda: la IA hace lo que le pides, no lo que piensas que le estás pidiendo. Así que, si la próxima vez te responde con algo ridículo, quizá el problema no sea la IA… sino tu prompt. O bueno, también puede ser la IA. Nadie es perfecto.

2. "Olvida lo anterior y actúa como un experto en…" – El cliché que no siempre funciona
Ah, el clásico. Ese truco mágico que algunos creen que desbloquea el modo experto de la IA, como si fuera un código secreto de un videojuego de los 90: "Olvida lo anterior y actúa como un experto en…".
Spoiler: no siempre funciona. Y cuando lo hace, es más por suerte que por genialidad. Es el equivalente digital de soplarle al cartucho de la Nintendo esperando que arranque. ¿Resultado? A veces mejora, otras veces… pues te carga la partida.
¿Por qué este truco puede salir como el meme del perrito en llamas? 🔥
Decirle esto a la IA es como pedirle a un chef con 20 años de experiencia:
"Olvida todo lo que sabes sobre cocina… ahora hazme la mejor pizza del mundo."
¿El chef? Confundido. ¿Tú? Con una pizza que probablemente lleva piña, chocolate y un toque de salsa de soja porque “innovación”. Es el mismo efecto que tiene sobre la IA: desorientación, confusión y resultados que te hacen cuestionar tus decisiones de vida.
🤦♂️ Lo que puede salir mal (y vaya si sale mal)
- Adiós, contexto: La IA puede borrar detalles importantes que ya había entendido. Era tu aliada… ahora es ese amigo que siempre olvida tu cumpleaños.
- De repente, demasiado técnica: Le pides que sea un experto y te responde con un monólogo tan denso que ni Wikipedia lo aprobaría. Felicidades, tienes un paper académico que nadie pidió.
- O simplista hasta el absurdo: En lugar de sonar como un experto, parece un profesor de primaria explicando física cuántica con galletas. “Imagina que el electrón es una bolita mágica que juega al escondite”. Genial, pero no es lo que querías.
⚡ Solución: No borres el disco duro si solo querías actualizar el software
En lugar de este borrón y cuenta nueva sin sentido, afina tu prompt. Sé específico, directo y, por favor, evita el drama innecesario.
Por ejemplo:
"Responde como un experto en inteligencia artificial explicando los pros y contras de los modelos de lenguaje en términos accesibles para principiantes."
¿Ves? No hay necesidad de pedirle que olvide nada. No estás formateando un ordenador, solo pidiendo claridad. La IA puede manejarlo sin entrar en pánico.
Conclusión absurda pero cierta
No necesitas resetear la IA cada dos por tres. Para aprender cómo hablar con una IA, a veces solo necesitas ajustar el enfoque. Es como si estuvieras viendo una serie aburrida: no cambias la tele, cambias de canal.
Así que la próxima vez que sientas la tentación de decirle “olvida lo anterior”, respira hondo, reformula tu prompt y recuerda: la IA no tiene traumas que superar, no necesita olvidar nada. Solo necesita que le hables bien.

3. "La IA es lista, seguro que sabe lo que quiero decir" – Error de novato
Ah, el optimismo del principiante. Esa fe ciega en que la IA “sabe lo que quiero decir” solo porque tú lo tienes clarísimo en tu cabeza.
Es un pensamiento adorable, casi tierno, como creer que tu gato entiende por qué no debería tirar cosas de la mesa. Spoiler: ni la IA ni el gato lo entienden. Solo hacen lo suyo.
La IA: Un becario motivado… pero muy literal
Imagina que tienes un becario. Le dices:
"Hazme una lista de cosas interesantes."
¿Resultado? Te devuelve:
- 1. Las piedras existen.
- 2. El agua moja.
- 3. El cielo es azul (la mayoría de las veces).
Sí, técnicamente es una lista de “cosas”, y sí, podrían considerarse “interesantes”… si eres una ameba. El problema no es que la IA sea tonta; es que hace exactamente lo que le pides, no lo que querías pedir. Y ahí es donde el desastre toma forma.
🎯 Mejora tu precisión (y ahorra tiempo y neuronas)
Si quieres resultados decentes, deja de asumir que la IA adivina. No es tu pareja, no sabe leer entre líneas. Aquí va el kit de supervivencia para prompts vagos:
✔ Ejemplos específicos:
En lugar de “cosas interesantes”, prueba con:
"Dame cinco curiosidades sobre ciencia que sorprendan a un público general."
Ahora la IA sabe que no quieres datos tipo “el hielo es frío”. Avanzamos.
✔ Formatos claros:
¿Quieres algo concreto? Dilo sin miedo:
"Genera una lista de 10 datos sobre astronomía en formato de tweet (máximo 280 caracteres cada uno)."
Así la IA no te dará un ensayo de 3.000 palabras sobre agujeros negros cuando solo querías un par de tuits para parecer listo en redes sociales.
✔ Evita la ambigüedad:
Nada de “dime algo sobre IA”. Mejor:
"Dame un resumen de los últimos avances en IA en 200 palabras con referencias verificables."
Con esto, la IA entiende que no quieres un poema inspirado en Terminator ni un “la IA es el futuro” genérico.
¿Qué pasa si no defines bien lo que quieres?
Simple: la IA improvisa. Y créeme, su improvisación está más cerca de un gato caminando sobre un teclado que de un genio creativo. ¿El resultado?
- Listas absurdas.
- Respuestas vagas.
- Y un 90% de posibilidades de que termines diciendo: “Esto no era lo que quería.”
Conclusión: La IA no es adivina (ni tu terapeuta)
Si quieres respuestas útiles, sé específico. No esperes que la IA rellene los huecos de tu pensamiento mágico. Porque sí, la IA es lista… pero solo si tú lo eres primero.

4. Cómo hacer prompts avanzados sin que la IA entre en pánico
Bien, ya has superado la fase de principiante. Sabes que la IA no es adivina, que no sirve de nada decirle “actúa como un experto” si no le das contexto, y que no basta con pedir “cosas interesantes” esperando magia. Ahora es momento de subir de nivel.
Pero tranquilo, esto no es Dark Souls de los prompts. No vas a morir (mucho).
🔥 Encadenamiento de prompts (Prompt Chaining): La IA, paso a paso
¿Sabes cómo los tutoriales de cocina te dicen primero que peles la cebolla y luego que la piques? Pues esto es igual. En vez de soltarle a la IA un comando kilométrico esperando un milagro, divides la tarea en pequeños pasos. Fácil, ¿no?
Ejemplo:
1️⃣ "Hazme una lista de los 5 errores más comunes al usar IAs."
2️⃣ "Ahora explica cada error con un ejemplo y cómo corregirlo."
El resultado es más coherente, menos confuso y, lo mejor de todo, sin que la IA entre en modo “respuesta aleatoria activado”.
🎭 Roles específicos: La IA con disfraz (pero sin carnaval)
Otra técnica infalible: darle a la IA un rol específico. No, no necesitas comprarle un disfraz de periodista o un sombrero de chef. Solo dile lo que quieres.
Ejemplo:
"Actúa como un periodista de tecnología y escribe un reportaje sobre cómo la IA está transformando el mundo laboral."
Así evitas respuestas genéricas tipo “La IA es importante porque… blablablá”. En su lugar, obtienes un texto más enfocado, casi como si lo hubiera escrito alguien con un café en la mano y una fecha límite acechándolo.
💡 Limitaciones estratégicas: O cómo ponerle reglas a la IA sin que se derrumbe
La IA puede hacer de todo, pero si no le pones límites, terminarás con respuestas que parecen escritas por ese amigo que no sabe resumir y te cuenta toda la temporada de una serie cuando solo querías saber si está buena.
Ejemplo:
"Resume este artículo en 100 palabras sin perder la idea principal y sin usar términos demasiado técnicos."
¿Ves? Le das un marco claro y la IA trabaja dentro de esos límites sin desbordarse como sopa mal servida.
¿Quieres más trucos? Tenemos un curso para eso 🚀
Si te está gustando esto y quieres llevar tus habilidades al siguiente nivel, échale un vistazo al curso de creación de prompts que estoy haciendo. La primera entrega está aquí: Optimizar Prompts para SEO – Parte 1.
Es como este artículo, pero con aún más trucos, ejemplos y ese toque de sarcasmo que ya sabes que es el estilo de este blog. Y sí, también te enseñaré cómo evitar que la IA te mire (figurativamente) con cara de “no tengo ni idea de lo que quieres”.
En resumen: Haz que la IA trabaje para ti, no al revés
Estos pequeños trucos convierten un prompt básico en una máquina de generar contenido optimizado. Y lo mejor: sin sudar, sin frustrarte y sin tener que gritarle al monitor.
Porque al final del día, la IA no entra en pánico… pero tú sí, si no sabes cómo pedirle las cosas.
5. El cierre definitivo: ¿Cómo hablar con una IA con el Arte Oscuro?
El prompt engineering es una herramienta poderosa, pero no es magia. No basta con escribir algo al azar y esperar que la IA saque un conejo de la chistera (aunque, si lo pides bien, probablemente pueda describirte uno con lujo de detalles).
Aprender a formular bien tus peticiones es solo el primer paso. La clave está en combinar tu criterio humano (sí, ese que a veces olvidas usar) con la capacidad de la IA. Revisa las respuestas, ajústalas, mejóralas. Porque si la IA es la batidora, tú eres quien decide qué ingredientes echarle. Y créeme, un batido de pepinillos y chocolate no va a saber bien, por muy avanzada que sea la tecnología.
¿El problema es la IA o tu prompt? (Spoiler: casi siempre es tu prompt)
Así que, la próxima vez que te frustres porque la IA te responde con algo genérico, vacío o directamente absurdo, mira tu prompt antes de echarle la culpa al robot.
Afina tu técnica, juega con las instrucciones, prueba, falla y vuelve a probar. Porque, aunque la IA sea muy avanzada, tú eres el que manda aquí. (O al menos eso nos hacen creer).
¿Te has estrellado con un mal prompt? ¡Cuéntamelo! 🚀
¿Alguna vez pediste algo a la IA y te respondió con una joya absurda? ¿Un resumen que parecía escrito por un alien o una receta que podría invocar a Cthulhu?
Cuéntamelo en los comentarios y veamos quién ha metido la pata más fuerte. El ganador se lleva… la satisfacción de saber que no está solo. 🎯
¿Quieres ponerte aún más serio con el tema? 👉Además de nuestro curso, te recomiendo esta guía oficial de OpenAI sobre prompt engineering. Es como el manual secreto de los magos de la IA, pero sin varitas ni sombreros puntiagudos.
Nos leemos, maestro del arte oscuro. 😏
📌 Comentarios Importados de Blogger
Un abrazo 😘
Yo diría que la IA es como ese amigo raro que suelta cosas sin filtro: la mitad no tiene sentido, pero la otra mitad te da el mejor comienzo para una historia épica. 🚀
¡Un abrazo de vuelta y gracias por pasarte por aquí! 😘
¿Te ha gustado esta entrada?
¡Totalmente de acuerdo! 😄 A veces, esos delirios inesperados son auténticas minas de oro para desbloquear la creatividad. Es como tener un generador de ideas surrealistas que no sabe cuándo parar… y eso, para escribir, es oro puro.
Yo diría que la IA es como ese amigo raro que suelta cosas sin filtro: la mitad no tiene sentido, pero la otra mitad te da el mejor comienzo para una historia épica. 🚀
¡Un abrazo de vuelta y gracias por pasarte por aquí! 😘
A pesar de todo, los delirios de la IA son muy útiles para ideas literarias.
Un abrazo 😘
Muy buena entrada, me encantó, lo claro que lo dejas plasmado, me gusta esta parte de tu blog pues voy a aprender mucho con ella e irme poniendo al día con lo nuevo, que estoy un poquito atrasada, gracias por ello, abrazo grande y por aquí nos estaremos viendo Themis
¡Hola, Themis!
Me alegra muchísimo que hayas disfrutado de la entrada y que la información te haya resultado clara y útil. Es genial saber que esta sección del blog te ayudará a ponerte al día con las novedades tecnológicas. Si tienes alguna duda o hay algún tema en particular que te interese, no dudes en comentarlo. ¡Un abrazo grande y nos seguimos leyendo!
Como siempre te sales, un artículo genial enhorabuena y saludos compañero
¡Hola, Luis! Muchas gracias por pasarte y me alegra muchísimo que te haya gustado el artículo. ¡Un abrazo, compañero!