Jamás

Micro para el microrreto de marzo (2025)  de El Tintero de Oro


El reloj sumergido marcaba la hora exacta en que dejaron de soñarse.

Él —o ella, o ambos— solía cerrar los ojos y sentir cómo las paredes latían al compás de una melodía sin nombre. Caminaban por pasillos que se curvaban como costillas, se encontraban al borde de acantilados suspendidos en agua, intercambiaban promesas escritas con tinta de viento. Pero aquella mañana, la ciudad onírica amaneció deshabitada.

No hubo discusión. No hubo grietas. Solo el crujido suave de algo esencial desmoronándose sin ruido.

Ella —o él, o nadie— se detuvo en mitad de la nada. Llevaba en la mano una llave sin cerradura. Bajo sus pies, el suelo susurraba con un idioma antiguo y húmedo. El otro no estaba. No llegaría tarde. No estaba atrapado en un sueño distinto. Simplemente, ya no soñaba con ella. Ni ella con él.

El mundo no se rompió. Fue peor: siguió girando. Imperturbable. Implacable.

El viento arrastró los pétalos marchitos de un recuerdo sin dueño. La casa que construyeron juntos —de palabras, de tactos, de alientos— se deshizo en niebla, sin violencia. Solo se borró.

Y al despertar, la ausencia no era hueco. Era un lugar entero. Un país sin fronteras donde el amor había sucedido. Pero ya no estaba.

Ni quedaba camino de regreso.

El silencio no dolía: pesaba. Una bruma tibia e inmóvil lo llenaba todo. Y en ella, el eco de lo que fue.

El desamor no gritaba.
Solo existía.

Para siempre.

Jamás.



Banner de bloguers.net

Activa el modo IAdicto

Artículos frescos sobre escritura, relatos, narrativa, inteligencia artificial y crítica digital. Directo a tu bandeja, sin rodeos ni postureo.

🗨️ ¿Quieres comentar esta entrada?

El formulario está justo arriba ⬆️, antes de los comentarios publicados.

Puedes compartir tu opinión, añadir imágenes, citas, enlaces, formato o incluso poner un spoiler. No hace falta que bajes hasta el final: el cuadro ya te espera más arriba.

Gracias por tu paciencia mientras mejoro el sistema.

Por si crees que a alguien más le gustaría.

Publicado

en

por

Etiquetas:

Suscribir
Notificar de
guest
59 Comentarios
Anteriores
Recientes Más votados
Opiniones integradas
Ver todos los comentarios
dakotazen75
dakotazen75
22 de marzo de 2025 16:56

Hola Tarkion, que bien te ha quedado este reto al desamor, cuando el tiempo se acaba, se toman caminos diferentes, ya no hay sueños. "El silencio no dolía, pesaba…" que gran razón en ese sentir.
Un abrazo Tarkion.
Te felicito, a mi me ha emocionado.

Mercedes Soriano Trapero
22 de marzo de 2025 19:34

Hola, Miguel, qué bien que te hayas unido al reto del Tintero, blog del que soy una de las administradoras. Me alegro, espero que sigas participando en esta gran comunidad.
Tu micro, muy tuyo, muy a tu estilo, con un desamor general y una frase final de Peter Pan pero que, sin embargo, no dice lo mismo ni mucho menos. Micro de segundas y terceras lecturas. Lo que me sorprende, y mucho, es que hayas respetado las 250 palabras (conociéndote seguro que este es el relato corto y el largo lo tienes por ahí guardado). 😉
Un abrazo. 🤗
¡Bienvenido al Tintero de oro!

Cabrónidas
22 de marzo de 2025 20:46

Dicen que cuando una puerta se abre otra se cierra. A veces es más importante acertar qué puerta abrir que tener la llave para ello. Es casi una encrucijada.

Irene F. Garza
Irene F. Garza
23 de marzo de 2025 09:32

Hola, Tarkion.
Cuando ya no queda ningún vínculo que una, cuando se es consciente de que eso que antes se compartía se ha desfigurado hasta convertiste en nada, es un final. Doloroso en pérdida, pero es mejor que vivir en una mentira.
Lo has escenificado perfectamente, con esa reiteración de ella, él o nadie. No hay culpables, simplemente no hay camino que compartir.
Un fuerte abrazo.

Bruno
Bruno
23 de marzo de 2025 10:49

Hola, Miguel. Muchas gracias por tu aporte al Tintero de Oro. Un abrazo muy fuerte.
Bruno.

Themis
23 de marzo de 2025 15:32

Cuando todo se va desvaneciendo más vale soltar y seguir el camino, sin sueños, sin ilusiones, sin necedades de querer recomponer algo que se ha diluido y que deja un dejo de vacío, a veces difícill de llenar, muy bueno.
Sí, que fue un gran reto para tí acostumbrado a escribir y escribir y ahora a resumir, resumir, una forma importante de manejar ambos extremos y de esa forma llegar al justo medio. Abrazo grande Tarkion y felicidades

Necco
Necco
23 de marzo de 2025 16:55

El fin de un amor sin culpables. Algo que, simplemente, sucede. Interesante punto de vista.
Un saludo.

artesanosdelapalabra21
artesanosdelapalabra21
24 de marzo de 2025 00:56

Me gusta mucho la manera que describes el desamor, muy buen micro. No siempre hay motivos, a veces simplemente el amor se acaba así sin más.
Saludos.
PATRICIA F.

Idalia H. Payano T.
24 de marzo de 2025 01:12

Hola, Tarkion, lo primero decir que la imagen es preciosa.
Me ha encantado la forma en que representas el fin de un amor a través de los sueños, y como valiéndote de encuentros oníricos, describes con tan delicados argumentos poéticos (esos acantilados suspendidos en agua, esas promesas escritas con tinta de viento…) andanzas nocturnas de la pareja que se ama. Luego un cambio de panorama, la ciudad deshabitada, algo que silenciosamente se desmoronaba, ausencias, ahora solo hay desencuentros, recuerdos sin dueños, todo sigue igual, pero ellos ya no están presentes, solo queda la bruma del desamor, sin dolor y sin rencor.
Esa primera línea es hermosa, representa el momento exacto en que el desamor asomó impidiendo sus sueños. Esa llave sin cerradura, representa la liberación de ambos para tomar rumbos diferentes.

Excelente micro, delicioso en su contenido, maduro en su manera de fluir ante la pérdida del amor y asumir un desamor no deseado quizás, pero sí evidente, al que no se le resiste, solo se acepta con valentía ese Jamás.
Si todos los desamores fueran asi, seria mas sencillo afrontar el desamor que lidiar con un amor corroído . Un placer leer tu aporte Tarkion, gratos días venideros.

Marta Navarro
Marta Navarro
24 de marzo de 2025 11:03

Un crujido, un silencio, un vacío que lo llena todo…. Qué preciosidad de micro, Tarkion. Poético y resignado, lleno de imágenes que muestran muy bien el contraste entre el amor vivido, soñado, y el despertar a una realidad inhóspita y llena de ausencia (y ese mundo que sigue girando, ¡ay!). Me ha gustado muchísimo.

blogsdeoscar
24 de marzo de 2025 11:51

Desamor, algo muy común en este mundo, más que en el amor, a decir verdad, pero el mundo sigue girando y salimos adelante, precioso, amigo, un abrazo.

Puri
24 de marzo de 2025 12:26

El fin de un amor donde nadie es culpable de ese final, solo el paso del tiempo es el origen de todo.
Precioso micro relato Miguel .
Un abrazo

Rocío Cala
Rocío Cala
24 de marzo de 2025 12:42

¡Hola Tarkion! Un relato muy sentido y visual sobre el desamor. La manera en que narras como cuando acaba el amor no se acaba el mundo me gusta mucho, es muy poética. El micro esta lleno de frases muy potentes como "El mundo no se rompió. Fue peor: siguió girando". El amor a veces se esfuma y no hay nada que podamos hacer. Y tu micro transmite muy bien esa situación.

Un saludo.

marcosplanet
24 de marzo de 2025 18:43

Si las paredes latían siguiendo una melodía sin nombre es porque algo les unía aún, aunque se trataba de la última hebra. Hay un abismo que se abre para separarlos. La simbología entre pasillos y costillas sugiere que la relación entre ambos había empezado a cobrar tintes de pesadilla. Solían intercambiar promesas escritas con tinta que no deja huella, pero cruje algo esencial y la ciudad virtual donde habitan las dos almas se queda vacía con el siguiente amanecer. Algo crucial se viene abajo en silencio.
El otro había dejado de habitar en el mismo sueño que ella. Lo que se rompe es el vínculo real entre ellos, pero el resto del mundo sigue igual, girando de forma inexorable, como el curso del tiempo que les ha distanciado.
De lo que hubo entre ellos tan solo hay un resto marchito que se ha desvanecido. Con el nuevo día, no queda más que un lugar vacío allá donde hubo una presencia enamorada, un alma compartida, un corazón latiendo de amor.
No vale la pena intentar encontrar un camino de regreso porque el mundo sigue girando y el paso del tiempo impide que haya redención y vuelta atrás. El silencio impone su quietud sellando la lápida de aquel amor que alguna vez fue.
Tan solo girones de bruma y eco habitaban la ciudad olvidada.
Te felicito, Miguel.
Un fuerte abrazo, diseñador de composiciones oníricas.

rosaberca
rosaberca
25 de marzo de 2025 11:43

Magnífico relato. Me encanta cómo has transmitido la sensación de que por muy triste que sea para los protagonistas, el mundo no se acaba, ni siquiera ellos mismos se acaban. Todo sigue su curso normal, tan solo hay dos personas que, como bien dices, ya no sueñan juntas. Lo has descrito además con mucha belleza.
Un abrazo.

Ana Piera
25 de marzo de 2025 20:55

Hola Tarkion, ya veo que Merche sí que te ha metido a todo jajaja. Me da mucho gusto verte por acá también. Me encanta tu relato, tu propuesta. Me parece super interesante lo del mundo onírico y el dejar de soñarse, darse cuenta que el otro YA NO ESTÁ. Y luego el derrumbe de ese mundo construido por los dos, dejando al desamor existiendo. Hay poesía en tu relato, hay belleza, y lo más importante, nos haces sentir como si fuéramos nosotros los dejados. Te felicito, y la imagen está genial también. Veo que tambien se te dan muy bien los relatos cortos, aunque ya sé que prefieres las cosas un poco más extensas. Un gran aporte al Tintero. Te dejo abrazos.

sinaptando
26 de marzo de 2025 20:31

Preciosa historia, Miguel.
Además, narrada de forma exquisita. Es pura poesía. Ese dejar de soñarse, esa ausencia que no era hueco, sino un lugar entero. Qué manera tan magistral de jugar con las palabras y de acertarlas a la primera.
Magnífico aporte. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto leyendo un relato.
Un fuerte abrazo.

Mirna Eugen Gennaro
Mirna Eugen Gennaro
26 de marzo de 2025 22:28

Hola, Tarkion. Es la primera vez que te leo y me pareció un magnífico relato, lleno de poesía, imágenes, sensaciones. Era peor… el mundo siguió andando… El desamor no dolía, existía. Frases profundas para recordar.
Un abrazo

Mamen Piriz García
29 de marzo de 2025 12:59

Takión es la primera vez que visito tu blog. Es un relato exquisito donde los caminos se separan y el tiempo lo desvanece. Un saludo.
Mi blog es : https://mariacarmenpiriz.blogspot.com/

Nuria de Espinosa
29 de marzo de 2025 20:27

Hola Tarkion, que bien descritas esa ausencia que lo invade todo cuando el amor se rompe, él, ella o nadie, qué importancia tiene cuando el silencio pesa tanto como la ausencia.
Es lo que llega al desvanecerse todo lo que se ha construido, quizás la congoja del dolor por la ruptura, o quién sabe, tal vez ese silencio sea al final una liberación.
Me gustó mucho tu relato.
Saludos

Isra
30 de marzo de 2025 11:06

Hola, Miguel si me lo permites. Soy Isra. Compañero, ya sabes.

Como lector, me gusta que me hagan trabajar. Por eso prefiero siempre los libros a las películas, pues estas le usurpan el territorio a mi propia imaginación. Así que cuando me encuentro con un texto que me obliga, yo me entrego. Cuando ese texto empieza hablando de un reloj sumergido, desde ese momento ya pongo de mi parte, y lo hago encantado. Y cuando me encuentro que está sembrado de metáforas como un campo de minas, saboreo cada jodida frase. Cuando ahí no se cuenta, sino que se muestra, leer es un verdadero deleite: es más trabajo, pero es el trabajo que a uno le gusta hacer. Cuando los adjetivos van detrás de los sustantivos siento que el autor es honesto conmigo, que su lenguaje no es impostado, que su lírica va más allá de la proverbial, tan manida, de convertir prosa en verso abusando sin medida del salto de línea, porque para mí la poesía no es solo forma: es la estética de la semántica.

Cuando los verbos importan, y tienen significado mucho más allá de la acción, entonces sé que estoy ante alguien que conoce y ama el lenguaje, más aún cuando esos verbos se procuran sujetos inesperados, y a sazón el sustantivo enriquece al verbo, paredes que laten, y el verbo mima al nombre, silencio que pesa.

Aún más. Cuando la longitud de las frases hace de ellas baile y no desfile, y ellas van marcando un compás variable que te mete en la trama o te saca suavemente de ella, haciendo del final un juego de ecos que le da verdadero sentido a la eternidad implícita de esa última palabra, joder, eso se percibe y se agradece. Cuando un texto te hace preguntarte si eso es un polisíndeton, si aquello una anáfora, si tal vez una metonimia, si una personificación o si desde luego una metáfora, resulta que además de leer —de disfrutar leyendo—, aprendes, porque la virtud del ejemplo está en que en realidad no sea solo un ejemplo.

Pero cuando se te mete un párrafo como una china en el zapato, y esa imagen de los pétalos marchitos de una flor que no es flor sino un recuerdo sin dueño, junto a la de una casa que, en realidad, era tan leve que nadie tuvo que demolerla, esa imagen, digo, vuelve una y otra vez, y te molesta, porque escribir también es molestar, y porque duele, y te transmite sin decirlo siquiera esa sensación de vacío y de pequeño duelo que reside siempre en el desamor, entonces tú te dices que todo lo demás es trama, pero eso, ese parrafillo, es la esencia, y todo gira en torno a él, y el resto lo rodea y lo explica y lo justifica y hasta lo pone en suerte, pero eso de ahí lo dice todo, y si quitaras todo lo demás, lo seguiría diciendo. Y como yo recuerdo haber leído como se construye un arco de piedra, se ponerle nombre a ese párrafo: dovela.

He leído en los comentarios que eres, como yo, de textos largos, y que esas 250 palabras son el resultado de una poda dolorosa. Te comprendo. Podar es un fastidio, pero de estas aventuras aprendí que también es necesario, incluso conveniente. Suele mejorar el texto. Aporta, aunque parezca que merma. En toda partitura hay silencios, y los silencios importan… y son propiedad exclusiva del lector.

Un abrazo, compañero.

Maite
Responder a  Tarkion
31 de marzo de 2025 06:05

Totalmente lograda esa atmósfera, es justo lo que sentí…

Isra
30 de marzo de 2025 21:26

Mil gracias. Insisto: No sufras por podar. Yo lo hago de forma sistemática, a veces de forma salvaje. Porque yo necesito desplegar la historia, y necesito verla completa. Pero eso lo necesito yo, no el lector. Al lector no le puedo contar algo que le distrae o que es redundante o superfluo, ni tampoco puedo menospreciarle siendo demasiado explícito. No le puedo aburrir con descripciones y florituras, por hermosas que a mí me parezcan, ni debo decirle en dos palabras algo para lo que ya existe una (que suele ser un verbo).

Mas allá de toda esta jardinería, no olvides nunca que tu historia no es tuya, es suya. De hecho, tu historia solo nace cuando alguien la lee. Los escritores no parimos: engendramos. Por esto mismo es tan recomendable dejar reposar los escritos antes de revisarlos, así los olvidamos un poco, nos liberamos de todo aquello que pensábamos cuando los escribimos y volvemos a ellos con ojos de lector. Y entonces todo cambia, y ocurre que se poda y se corrige con mucho más fundamento. Sí, se poda, motu propio, y con cierto desparpajo.

Te comprendo: Claro que podar duele. Pero el sufrimiento es parte necesaria del acto creativo.

Disculpa tanta brasa. Prometo no reincidir.

Un abrazo.

Maite
31 de marzo de 2025 05:45

Qué deliciosa manera de narrar esa ruptura…: "la ausencia no era un hueco, era un lugar entero". Tu aporte es tan rico, tan profundo, tan sutil, tan duro y tan, tan hermoso… que no se puede leer una sola vez…
Logras una atmósfera envolvente que te atrapa y no te suelta (ni al final) y todo con palabras sabiamente elegidas, una a una… Me encanta toda la originalidad y a la vez sinceridad del relato. Ese contexto extraordinario, onírico y metafórico en que sitúas a los personajes le da un realce extraordinario.
Felicidades, una joyita.
Un abrazo y encantada de conocerte en esta pequeña esfera de amantes de la palabra 🙂
Maite

Clara A
Clara A
1 de abril de 2025 00:28

Hola Tarkion, por si acaso, soy Juana Medina. Si logro que esto se publique es posible que aparezca con el nombre de mi documento. Iba a decir, verdadero, pero ya no sé cual de los dos es más verdadero.
Al grano: el templo ha quedado totalmente vacío y así vacío, nos envuelve un corto tiempo. Luego, las paredes empiezan a llenarse de telarañas y se deshace. La vida sigue. Tal vez seamos capaces de hacer con otro un nuevo templo. Se verá. Un gran abrazo

Francisco Moroz
Francisco Moroz
1 de abril de 2025 21:17

Has descrito un desamor onírico, que trasciende el mundo real y lo lleva más lejos y le da otro sentido dimensional
Se nos dijo eso de "Nunca digas jamás " aunque en este caso pareciera ser una situación sdin retorno ni posible solución.
U placer encontrarte y leerte.
Abrazo.

Ainhoa
Ainhoa
2 de abril de 2025 19:36

Hola Tarkion me ha parecido una manera poética de contar algo que ya no es y que fue. Muy bien escrito. Un saludo.

Beatriz
3 de abril de 2025 09:19

Hola, Miguel. Precioso, es decir poco. Pura poesía de principio a fin.

A mí me ha evocado esas manos unidas que se van separando, hasta que dejan de tocarse y una de las personas se da la vuelta y se aleja. Mientras, la otra la mira como se va perdiendo poco a poco, consciente de que algo se ha roto para siempre.

No podemos atrapar y retener los momentos por mucho que queramos. El mundo siempre sigue girando, imperturbable y a su ritmo. Cuando nos ocurre algo importante, nos cuesta pensar y entender que eso no detiene el mundo, que todo sigue igual ahí fuera.

No digo más.

Muchas gracias por estos regalos. Un abrazo!!

Jorge Valín
Jorge Valín
4 de abril de 2025 15:51

Hola Tarkión. Es este un relato que crea imágenes en el lector, que le da forma al desamor y a la ruptura de una relación que deja una herida imborrable con la que ambos han de seguir caminando en el devenir de la vida. Más que leer vemos y sentimos lo que los protagonistas, él, ella o cualquiera de los que aquí estamos. Buen relato. Un abrazo.

Miguelángel Díaz Díaz
18 de abril de 2025 19:56

Qué facilidad tienes para crear este tipo de relatos, Miguel. Utilizas imágenes que son impagables como "el mundo no se rompió. Fue peor. siguió girando. Imperturbable. Implacable".
Ah, además te adentras en mundos desconocidos para mí como los relatos cortos. Todo un descubrimiento.
Un fuerte abrazo, tocayo 🙂

59
0
¿Te animas a comentar? Tu voz suma en este espacio.x