Hubo un tiempo en que los bloggers éramos como esos escritores solitarios de la antigüedad, garabateando ideas en pergaminos digitales y lanzando palabras al viento, esperando que, por alguna magia inexplicable, alguien en algún rincón del mundo nos encontrara y nos leyera. Pero la clave para hacer crecer tu blog con networking no es esperar, sino conectar. Aun así, muchos siguen atrapados en ese mismo bucle, publicando y revisando estadísticas como quien espera un mensaje que nunca llega. Pero escribir en internet sin conectar con otros es como hablarle a una pared. Y salvo que tengas un nivel avanzado de telepatía con el gotelé, las paredes no contestan.
Networking: No es una transacción, es una conversación
Así que sí, el networking es importante. Pero no como lo venden por ahí. No se trata de hacer contactos, sino de construir relaciones genuinas.
Cuando te apasiona algo, conectar es inevitable
Siempre lo he hecho. Desde mi etapa de desarrollo de videojuegos hasta la de marketing, desde escritura hasta comunidades digitales, lo más importante para mí ha sido conectar con la gente. No por interés, no por conveniencia, sino porque cuando algo te apasiona, buscas a quienes sienten lo mismo.
Es como cuando en una reunión escuchas a alguien mencionar tu película favorita y, de repente, ya no es un desconocido, es un aliado. Un segundo antes ni sabías de su existencia, y ahora estás debatiendo teorías absurdas sobre el final de la película como si os conocierais de toda la vida.
Escribir y compartir sin compromisos absurdos
Ahora que abro un blog después de muchos años, me ilusiona compartir lo que escribo, conocer personas con intereses afines, pero sin obligaciones que le quiten la frescura. Sin esa sensación de “te sigo si me sigues”, como si esto fuera una secta de autopromoción donde la única norma es acumular seguidores como quien colecciona cromos repetidos.
Quiero disfrutar del proceso. Escribir porque me apasiona y ver a dónde me lleva. Si alguna vez esto se convierte en algo más grande, genial. Y si no, me quedará la satisfacción de haber conectado con personas que realmente valen la pena.
Pero primero, hablemos de cómo hacer que el networking tenga sentido.
I. Cómo hacer crecer tu blog con networking sin venderse
Hemingway, Fitzgerald y Stein compartían tragos y se insultaban con cariño en París. Tolkien y C.S. Lewis se reunían en un pub inglés para debatir sobre mundos fantásticos y, de paso, lanzarse pullas amistosas entre pinta y pinta.
El networking no es un invento moderno; ha sido una constante en la historia de la creatividad. Si algo ha cambiado, ha sido el escenario.
Antes, los escritores se refugiaban en cafés llenos de humo, vestidos con gabardinas que olían a tinta y tabaco barato. Ahora, el humo es digital y el café se enfría mientras revisamos notificaciones en Twitter. Las conversaciones ya no ocurren en mesas de madera desgastada, sino en hilos interminables y comentarios de blogs.
Me gusta mucho la expresión Networking humanizado. ¿A ti no?
La esencia sigue intacta
Pero en el fondo, el principio es el mismo: el interés genuino por los demás. No por lo que pueden darte, no por los números en su perfil, sino por lo que tienen que decir y por lo que puedes construir con ellos.
Las conexiones reales no nacen de una ecuación matemática de interacciones ni de una estrategia calculada con precisión milimétrica.
Si te acercas a alguien esperando algo a cambio, eso se nota. Si conectas porque te interesa lo que hace, eso también se nota. La diferencia entre un buen networking y un intento desesperado de conseguir visibilidad está en la intención.
Networking no es publicidad encubierta
El networking no es un contrato de favores. No es medir quién compartió más veces ni quién debe qué a quién. Es una conversación, no una transacción. Cuando la conexión es real, todo lo demás sobra.
No es actuar como un comercial de aspiradoras en una convención de limpieza. No es gritar “¡mira mi blog!” a desconocidos esperando que, por arte de magia, se conviertan en fieles seguidores. No es un sistema de trueque donde un comentario se paga con otro comentario y una mención con otra mención, como si estuviéramos en una partida de Monopoly de favores.
Networking no es marketing en frío
El gran error que muchos cometen es pensar que el networking es una especie de mercado persa digital, donde cada interacción es un intercambio de favores encubierto.
No, no funciona así. No es una fórmula mágica para conseguir tráfico instantáneo ni un sistema de recompensas donde acumulas menciones y esperas el retorno de inversión.
Si conviertes el networking en una transacción, lo matas. Nadie quiere sentirse parte de una cadena de favores forzados. Lo que hace crecer un blog no es la cantidad de menciones vacías que recibe, sino la calidad de las relaciones que su autor construye con otros creadores.
Y aquí es donde muchos cruzan la línea sin darse cuenta.
Networking no es spam
Lo que NO es networking:
- Hablar solo de ti sin escuchar a los demás.
- Soltar enlaces sin contexto.
- Comentar solo para atraer tráfico a tu blog.
- Esperar un retuit como quien espera el turno en la cola del súper.
La clave es el interés genuino
Cuando comento en un blog, no lo hago con la calculadora en la mano, midiendo si la otra persona me devolverá la visita. No dejo un comentario con la esperanza de que me regalen un retuit, como quien lanza una moneda a una fuente pidiendo un deseo.
Comento porque algo me ha interesado, porque me ha hecho pensar, porque me ha tocado una fibra que me mueve a escribir. Porque hay una persona detrás de esas palabras, y quiero conectar con ella por ese contenido, en ese momento… y quien sabe si más adelante también.
Esa es la diferencia. Ahí es donde ocurre la magia. No en los números, ni en los likes acumulados, sino en el tipo de conexiones que trascienden las métricas.
Si dejas de ver el networking como un atajo y empiezas a verlo como una oportunidad para aprender y compartir, entonces algo cambiará. Y ese cambio se notará en tu blog, en tu comunidad y en la forma en que disfrutas creando contenido.
Porque al final, lo que realmente impulsa un blog no son las visitas, sino las relaciones que lo sostienen. Cuando conectas de verdad, todo empieza a encajar.
Por eso me gustó tanto la frase de Ric en Socialbytes: "Networking con cariño." Hay veces que con una frase se dice todo, ¿verdad?
Si quieres saber más, aquí tienes un enlace con bastante información sobre Networking tradicional, enfocado en potenciar la marca personal, de la mano de SemRush.
II. Cómo empezar (sin parecer un desesperado)
Aquí es donde muchos se bloquean. ¿Cómo le hablas a otro bloguero sin parecer un vendedor de aspiradoras a puerta fría?
Porque claro, sabes que deberías interactuar, pero no quieres sonar como esos mensajes de LinkedIn que empiezan con:
"Hola, [TuNombre], he visto tu perfil y me ha parecido muy interesante. ¿Te gustaría generar ingresos pasivos en piloto automático?"
No, gracias. Prefiero seguir sudando con mi teclado, pero aprecio la oferta.
La clave es más simple de lo que parece
Piensa en cómo interactúas con un amigo. No con un contacto al que intentas “capturar” para que te comparta, sino con alguien con quien realmente te interesa hablar.
Si algo he aprendido después de años en esto, es que las conexiones reales no nacen del cálculo estratégico, sino del interés genuino.
Las personas pueden oler a un oportunista digital a kilómetros. No hace falta que les envíes un DM diciendo: "¡Me encanta tu contenido!" para, tres líneas después, soltar tu enlace como si fuera una carta trampa de Yu-Gi-Oh.
No es así como se construyen relaciones.
El arte de no ser un robot social
El networking mal entendido se parece mucho a esos comerciales que te paran en mitad de la calle con un:
"¿Tienes un minuto?"
Sí, claro, tengo un minuto… pero no para huir de ti a toda velocidad.
Si no quieres que tus comentarios se sientan como una llamada de telemarketing a la hora de la siesta, piensa en cómo interactuarías en la vida real.
El valor de un comentario con intención
Nada de "gran post", "buen artículo" o "gracias por compartir". No estamos en una academia de networking vacío. Aporta algo que haga que el otro note que realmente leíste lo que escribió.
Si algo te llamó la atención, dilo. Si te generó una duda, pregúntalo. Cada interacción sincera ayuda a hacer crecer tu blog con networking de verdad. Si te recordó a una experiencia tuya, compártela. Esa es la diferencia entre un comentario que se lee y un comentario que se siente.
Si tu única intención es dejar rastro para que te devuelvan la visita, es como lanzar un mensaje en una botella… pero con la botella vacía.
Comparte con contexto, no por inercia
Un retuit sin comentario es como lanzar confeti al aire: bonito, pero sin sustancia.
Si compartes el contenido de alguien, añade algo personal. ¿Por qué te pareció interesante? ¿Qué aprendiste de ese artículo? ¿Cómo se conecta con tu experiencia?
"Este post de [autor] me hizo replantearme cómo gestiono mis tiempos de escritura. Tremenda reflexión sobre la creatividad y la disciplina."
Eso tiene mucho más impacto que un simple compartir con la esperanza de que algún algoritmo lo bendiga con alcance. Que no parezca un botón automático de "recompartir" sin alma.
Networking y redes sociales: La teoría vs. la realidad
🔹 En teoría: Basta con interactuar, compartir, comentar y participar activamente en redes sociales.
🔹 En la práctica: Depende de cuánto tiempo tengas y de si te gusta estar en redes. No todos tenemos el mismo objetivo ni la misma relación con el mundo digital.
En mi caso, que voy buscando tiempo para escribir mis 3000-5000 palabras diarias como un alma en pena, las redes sociales están en el rincón de “cosas que debería hacer, pero no me da la vida”.
Si lo disfrutas, genial. Si no, no pasa nada. No necesitas ser omnipresente en redes para conectar con otros creadores.
Redes sociales y networking: No es lo mismo para todos
Si tienes un negocio, si tu blog está monetizado, si quieres que las redes te ayuden a crecer, entonces sí, deberías estar ahí. Interactuar, darle contexto a cada compartición, reforzar la conversación en cada plataforma. Es parte del juego y, en ese escenario, tiene sentido.
Pero si, como en mi caso, lo que realmente disfrutas es escribir sin parar, leer, sumergirte en ideas y descubrir a gente increíble en espacios como Bloguers.net, entonces lo importante es que el networking encaje en tu propio camino, y no al revés.
¿Aún no has leído mi artículo "Cómo conseguir más visitas en tu blog con Bloguers.net"?. Te animo a hacerlo.
No se trata de seguir un manual, sino de encontrar lo que encaja contigo y con tu forma de crear.
El éxito en redes es relativo (y a veces, sobrevalorado)
Lo que a mí me importa no es acumular seguidores, sino las conversaciones que surgen en los blogs, las personas que voy conociendo y lo que puede venir de ahí.
¿Debería hacer más en redes? Sí.
¿Lo hago? No, porque prefiero escribir.
Y entender esto lo cambia todo.
No hay una única forma de hacer networking, ni una fórmula universal que funcione para todos.
El truco está en la falta de expectativas
Si comentas en un blog, hazlo porque el artículo realmente te dejó pensando, no porque esperas que el autor corra a devolverte el favor como si esto fuera una partida de ping-pong de cortesías.
Si compartes algo en redes, que sea porque crees que merece la pena, no porque esperas que la otra persona te devuelva el gesto con un retuit lleno de emojis.
Se trata de compartir y aprender sin expectativas forzadas, porque así es como puedes hacer crecer tu blog con networking.
Esa sensación incómoda de los favores enlatados
Todos hemos vivido ese momento. Alguien te felicita efusivamente por tu trabajo y tú piensas: "Qué majo, le ha gustado de verdad." Luego llega el tercer mensaje y, sin anestesia, te piden que les sigas, que leas su artículo o, en el peor de los casos, que inviertas en su negocio de NFTs con un retorno asegurado del 5000%.
No.
Si te acercas a alguien sin el peso de la expectativa, sin ese "te debo, me debes" flotando en el aire, la conversación fluye de otra manera. Se vuelve más ligera, más auténtica. Y ahí es donde el networking empieza a hacer su magia.
Conectar porque sí, no porque conviene
Las conexiones reales no nacen de la conveniencia, sino del interés genuino por lo que la otra persona piensa y crea. Cuando la intención es sincera, la relación que surge es otra cosa. Más duradera, más significativa.
A veces, un simple comentario puede abrir puertas a colaboraciones inesperadas. Una conversación sin más pretensiones que compartir ideas puede convertirse en una amistad que te acompaña durante años.
No porque lo planearas así.
No porque hicieras cálculos de ROI emocional.
Sino porque fue natural.
Lo que realmente hace crecer un blog
No es el tráfico puntual de un retuit afortunado.
No son los intercambios de comentarios vacíos.
No es la estrategia de “te sigo si me sigues.”
Lo que realmente hace crecer tu blog con networking son las conexiones que construyes sin darte cuenta. Las conversaciones que te hacen mejorar como creador. La gente que, cuando escribe, no lo hace solo para llenar internet de contenido, sino porque tiene algo que decir.
Y eso es lo que de verdad importa.
III. Cómo hacer crecer tu blog con networking a través de colaboraciones
Si algo me ha enseñado la vida es que las mejores oportunidades no aparecen con un PowerPoint ni con una estrategia de networking milimétricamente diseñada.
Aparecen cuando menos te lo esperas.
Un día hablas con alguien sobre cómo estructurar un artículo y, un mes después, estás colaborando en un post conjunto sin haberlo planeado. Alguien te deja un comentario en el blog y, sin darte cuenta, te encuentras intercambiando ideas sobre proyectos futuros. Y todo empezó con algo tan simple como:
"Oye, me ha gustado lo que dijiste sobre X."
Las conexiones auténticas no llevan contrato adjunto
No empiezan con un correo frío que dice:
"Estimado creador de contenido, ¿le gustaría una colaboración mutuamente beneficiosa?"
Ni necesitan un business plan, ni una estrategia oculta de "te comparto, me compartes". Surgen porque a dos personas les interesa lo mismo y les apetece hacer algo juntas.
No es magia. Es la consecuencia natural de conectar con alguien que vibra en tu misma frecuencia creativa.
¿Cómo surgen las colaboraciones reales?
No se trata de ir con una lista de “objetivos de networking” bajo el brazo, sino de crear espacios donde la conversación fluya. Cuando eso ocurre, de repente ves cómo las oportunidades aparecen casi de la nada. Sin negociaciones tediosas, sin reuniones eternas, sin gráficos de conversión.
Y muchas veces, esas oportunidades empiezan con una simple pregunta o una idea compartida.
Formas naturales de colaborar
Entrevistas: A la gente le encanta contar su historia. Preguntar a alguien sobre su trayectoria no solo te da contenido interesante, sino que puede ser el inicio de una relación a largo plazo. Lo bueno de una entrevista es que no es un "te doy, me das", sino una excusa perfecta para conectar con alguien cuyo trabajo admiras.
Publicaciones invitadas: No es solo un “te presto mi blog, me prestas el tuyo”. Bien hecho, es una oportunidad para expandir ideas, entrar en otra comunidad y demostrar que el blogging no es un ejercicio solitario de gritarle al vacío.
Retos creativos: Si tienes un grupo de bloggers con intereses similares, proponer un reto de escritura puede ser una forma increíble de colaborar. Puede ser algo tan simple como “todos escribimos sobre X tema esta semana”, o tan ambicioso como una serie de artículos interconectados.
Lo importante no es la complejidad del reto, sino que motive. Algo que impulse la creatividad, no que parezca una tarea con fecha de entrega y rúbrica de evaluación.
Por cierto, nuestra compañera Merche ha abierto una colaboración para hacer una revista en este enlace. Ya nos hemos apuntado varios, ¡anímate, será divertido!
Si parece un contrato, no es networking
Aquí es donde muchas personas se pierden. No toda colaboración entre creadores tiene que parecer un pacto de caballeros medieval, donde cada acción tiene su devolución implícita y el que no cumple es condenado al destierro digital.
Y eso se percibe de forma clara.
Las colaboraciones más valiosas nacen sin una calculadora en medio
Las mejores colaboraciones no surgen de un:
"Yo te menciono, tú me mencionas, yo te comparto, tú me compartes."
Nacen de un:
"Oye, esto que escribiste me voló la cabeza, podríamos hacer algo con esto."
Cuando la motivación es genuina, la energía cambia. Ya no se trata de sumar puntos en un sistema de recompensas imaginario, sino de crear algo que valga la pena, sin la sombra de la obligación flotando en el aire.
IV ¿Qué necesitas para hacer crecer tu blog con networking?
No es la cantidad de menciones o backlinks que consigas, sino la calidad de las relaciones que construyas en el camino.
Si dejas de pensar en el networking como una lista de tareas y empiezas a verlo como una forma de conectar con personas que realmente te inspiran, todo cambia. Esa diferencia se refleja en la calidad de tu contenido, en la comunidad que te rodea y en lo mucho que disfrutas el proceso.
Las conexiones reales no solo ocurren en redes
Si el networking digital te genera fatiga social, si sientes que las conversaciones en internet se quedan en lo superficial, recuerda esto: el mundo real sigue existiendo.
Un mundo donde la gente habla sin contar caracteres, sin programar respuestas y sin editar mensajes después de enviarlos. (A veces para bien, a veces para mal, dependiendo del nivel de café o de sinceridad no solicitada en la conversación).
Si las redes te agotan o sientes que el contacto humano está desapareciendo entre algoritmos y menciones sin alma, hay espacios donde el networking ocurre de forma natural, sin la presión de medir interacciones o programar publicaciones.
Lugares donde el networking sigue siendo humano
A veces, una conversación en una cafetería con alguien que comparte tu pasión puede ser más productiva que cien mensajes privados en redes. No hay barras de carga, no hay “visto” sin respuesta, solo dos personas con ideas flotando en el aire.
¿Ayuda el café? Claro. No podemos descartar la posibilidad de que la cafeína sea la verdadera fuerza impulsora de la creatividad humana.
Las conferencias y eventos pueden parecer escenarios formales, pero las mejores conexiones no siempre ocurren en las ponencias. No necesitas ir a todos ni convertirte en una de esas personas que coleccionan credenciales de eventos como si fueran trofeos de guerra. A veces, lo más valioso de un evento ocurre en los pasillos, en los descansos, en esas charlas espontáneas donde la gente baja la guardia y deja de hablar en bullet points.
Pero el networking no siempre necesita un evento con cartel luminoso. Las mejores conexiones a veces nacen en lugares inesperados: un club de lectura, un espacio de coworking, un grupo de escritores que se reúne una vez al mes. Pequeñas comunidades donde la interacción no es una estrategia, sino una consecuencia natural de compartir intereses.
No todo tiene que ser premeditado. A veces, las conexiones más valiosas no son las que planeas, sino las que simplemente suceden.
Salir de la cueva
Al final, conectar con otros va más allá de los comentarios y los likes.
Es recordar que no todo pasa a través de una pantalla. Que hay un mundo ahí fuera donde las palabras no necesitan filtros ni algoritmos para encontrar su camino.
Salir de la cueva, hablar con gente cara a cara, escuchar y ser escuchado. Eso sigue siendo insustituible.
V. El gran dilema: ¿Networking con grandes creadores?
Este es el punto donde muchos se frenan. ¿Intento conectar con ese creador enorme que parece inalcanzable?
La respuesta corta: Sí, pero con naturalidad.
La respuesta larga: Sí, pero sin parecer un cazador de influencers.
Porque sí, es tentador pensar que si consigues que alguien con miles de seguidores comparta tu contenido, todo cambiará mágicamente. Que tu blog explotará en visitas, te llamarán de medios importantes y, de repente, estarás dando charlas sobre "cómo triunfar en internet".
Pero la realidad es menos cinematográfica y más simple.
No confundas influencia con conexión real
Si tienes algo que aportar, hazlo. Si realmente te interesa su trabajo y tienes una idea que pueda sumar, adelante.
A veces, las mejores conexiones no están en los “grandes nombres”, sino en quienes están en el mismo punto que tú.
Crecer juntos es más valioso que intentar colarse en un círculo que ni siquiera sabes si te interesa.
El networking más valioso es el que se siente auténtico
Porque, ¿de qué sirve estar rodeado de grandes nombres si las conversaciones no son auténticas? Si todo se basa en estrategias y números, y no en el placer de compartir ideas.
El networking más poderoso no es el que ocurre en las alturas, sino el que surge entre personas que realmente se entienden.
Así que sí, sigue a los grandes creadores si te inspiran, interactúa si te gusta su trabajo, pero no los pongas en un pedestal.
Porque muchas veces, el verdadero valor está en quienes crecen contigo, no en quienes ya han llegado.
Conclusión: Networking sin perder el alma
Desde que volví a escribir y a compartir mi contenido en IAdicto Digital, lo que más me motiva no son las métricas, ni las estrategias de crecimiento.
Es la posibilidad de conocer personas con intereses afines.
Sin presiones.
Sin intercambios raros.
Sin la sensación de estar jugando al ajedrez con cada interacción.
Porque cuando el networking se convierte en un mecanismo frío y predecible, pierde su esencia.
Cuando la conexión es real, todo lo demás sobra
No se trata de aplicar la teoría porque sí, como quien sigue una receta de cocina sin probar los ingredientes.
Se trata de disfrutar de la conversación, de aprender, de compartir.
De conectar con otros de forma natural, sin esperar nada concreto a cambio. Porque cuando las relaciones son genuinas, algo bueno siempre acaba pasando.
Podría escribir páginas y páginas sobre la importancia del networking. Sobre cómo ayuda a hacer crecer un blog, sobre las oportunidades que puede traer.
Pero al final, lo que realmente hace crecer tu blog con networking no son las menciones, sino las conversaciones que lo convierten en algo vivo.
Construye relaciones, no favores. Haz crecer tu blog.
#Networking #Blogging #CrecimientoDigital #MarketingDeContenidos
El valor de las conexiones que sí importan
Repito: si al final de este camino mi blog crece, genial.
Y si no, me quedará la satisfacción de haber conocido a personas que realmente valen la pena.
Personas con las que disfruto, con las que hablo, debato, río y construyo puentes. Sin contratos invisibles de reciprocidad, sin expectativas forzadas.
Esa es la magia de las conexiones reales.
No están hechas de números, ni de menciones, ni de estrategias calculadas.
Están hechas de personas.
¿Qué opinas tú del networking? ¿Te ha funcionado de forma genuina o sientes que todo está lleno de transacciones encubiertas? Cuéntamelo en los comentarios.
¿Te ha gustado esta entrada?
Buenos días, Miguel, estoy contigo: no comentar en un blog para que te comenten a su vez; ni seguir un blog para que a su vez te sigan, no, lo bonito es hacerlo porque gusta, no esperando algo… Tenemos la misma filosofía, no sé si se llama networking o sentido común de los blogs. Lo importante siempre es transmitir, si se transmite convenientemente, te lo dirán y así se crean vínculos.
No sé si seré yo, mi ordenador o qué, pero creo que algunas imágenes no se ven, porque hay un par de "espacios negros" que no son habituales en tus artículos. Si tú lo ves bien y nadie te ha dicho nada, es que soy yo…
Un abrazo. 🙂
¡Buenas, Merche! Recuerdo perfectamente aquella conversación sobre los comentarios que tuvimos al principio jeje … al final, siempre volvemos a lo mismo: lo importante es disfrutar de la conversación sin pensar en un “toma y daca”. Lo que dices, sentido común, ni más ni menos. Así se crean las conexiones que realmente valen la pena.
Sobre las imágenes, las he revisado en varios navegadores y desde distintas IPs, y me funcionan sin problema. Puede ser un fallo puntual de caché en tu navegador o alguna configuración de bloqueo de contenido. Si quieres probar, refresca la página con Ctrl + F5 o revisa si tienes algún bloqueador de scripts activo que pueda estar interfiriendo.
¡Gracias por pasarte y por el aviso! Un abrazo. 😊
Hola, Miguel, ya me salen las imágenes, sería algo mío, como dices.
Gracias, compañero.
Un abrazo. 🙂
Dímelo a mí. Visito muchos blogs, sobre todo personales de índole literaria, pero no comento mucho. Más que nada porque aquello que querría decir después de leer la entrada ya lo ha comentado otra persona. A fin de cuentas se trata de lo que tú dices, Tarkion, y sobre todo de que nada de lo que vaya surgiendo sea impostado.
¡Cabrónidas! Pues sí, ahí está la clave, en que nada sea impostado. Y lo que dices: a veces lees algo y piensas “esto ya lo han dicho”, y al final, si no sale comentar, pues no sale.
De hecho, en el artículo lo decía: comento cuando algo me mueve a hacerlo en ese momento, sin compromisos ni expectativas. Y lo mismo al revés, puede que en lo siguiente que publique esa persona no me llame la atención, tenga otras cosas que hacer o, simplemente, no me apetezca. Eso es lo natural; lo contrario sería mecánico y perdería el sentido.
Y lo bueno es que cada uno encuentra su propia forma de estar en esto sin forzar nada. ¡Un abrazo, compañero!
Hola Miguel, el verdadero objetivo de un Blog es crear tu propia comunidad y, según mi experiencia, no se adelanta nada pidiendo comentarios a todo el mundo, obligar a la gente a escribir no es una buena estrategia, obvio, el que te quiera comentar, debe hacerlo porque desea añadir algo de verdadero valor a tu post, es entonces, como puedes suponer ya me ha ocurrido, cuando te decides a escribir un comentario.
Poner buen artículo y saludos no es comentar.
Por otra parte, gracias por rescatar el título de mi página de colaboraciones, networking con cariño, me alegro de que te guste. Cuando ves que una persona tiene un estilo literario que coincide con el tuyo, o ideas parecidas, en mi caso, es bueno contar con un artículo suyo en tu Blog, por eso también trabajo el Guestblogging, he escrito en algunos blogs de compañeras de marketing y por aquí, esto te entrega backlinks, enlaces desde otras webs, es también networking, te recomiendo leer ambos posts en mi blog, networking y guestblogging
¡Un abrazo compañero, gran post! 👍😁
¡Hola, Ric! Totalmente de acuerdo, pedir comentarios por pedir no tiene ningún sentido. Lo importante es que la gente comente porque realmente tiene algo que aportar, no por inercia o compromiso. Lo que enriquece un blog no es la cantidad de comentarios, sino las conversaciones que surgen de forma auténtica.
Y sí, “networking con cariño” me pareció una gran frase porque resume bien esa diferencia entre conectar de verdad o hacer un intercambio vacío de interacciones. Está claro lo que mencionas del guestblogging, cuando hay afinidad en el estilo o en la visión, puede salir algo realmente bueno. Lo hice bastante hace muchos años con compañeros "de armas" jaja y es de sentido común. Me pasaré a leer esos posts que mencionas.
¡Un abrazo, compañero!
Hola Tarkion, me gustó mucho tu entrada, lo dices con mucha claridad y estoy de acuerdo, lees a alguien o lo sigues porque va contigo lo que dice o por el contrario, muestra una visión que nada tiene que ver contigo sin embargo, muestra el pensar de muchos y una percepción diferente, o te abre a nuevas posibilidades de aprendizaje, como es el caso de esta entrada y de lo que tu escribes. Gracias por ello, es muy nutritivo, abrazo grande
¡Hola, Themis! Me alegra mucho que te haya gustado la entrada. Justo eso es lo que me motiva a escribir: compartir ideas que puedan conectar, hacer reflexionar o simplemente abrir nuevas perspectivas. A veces leemos a alguien porque nos sentimos identificados, otras porque nos sacude un poco la forma de ver las cosas, o porque nos gusta como escribe y lo que comunica y todas son igual de valiosas.
Gracias por pasarte y por tus palabras, de verdad. ¡Un abrazo!
Es un placer leer a alguien que escribe sobre aspectos que son vitales para resulte eficaz la interacción con el contenido de un blog, que se produzca sin artificios y prospere. Es más, lo que ya sería el colmo es encontrar respuestas a las respuestas: yo comento tu contenido, respondes y yo contesto a lo que tu respondes. Eso sería pura magia dada mi experiencia (o mejor, no-experiencia) en esos casos porque casi nunca llegamos a ese nivel de conexión.
Cada vez que publico un contenido lo hago animado por la pasión, yo la pondría con mayúsculas, esta PASIÓN por describir paisajes en las rutas que hago por ahí y mi afición sin límite por la literatura me han llevado a lo largo de los años a construir un blog al que tengo un gran cariño.
Debido a esa PASIÓN, me dejo llevar por mi imaginación y al final resulta que me he "alargado demasiado" en mis relatos o descripciones de rutas senderistas. Esa percepción puede inducirte a acortar los textos, pero para mi es como mutilar mi creatividad, una imposición despótica tan solo para satisfacer a aquellos que dicen no tener tiempo nunca para leer historias largas. Esto que digo me ha afectado bastante en un momento dado, pero para eso tengo mi sección de microrrelatos y también indico (en ocasiones) el tiempo de lectura estimado. No me parece digno que la premura actual por falta de tiempo obligue al escritor a ciertas cosas.
Pero no quiero salirme del tema de fondo de tu magnífico post.
Algo que valoro mucho es que de forma espontánea la gente ha ido participando con sus comentarios y estos siempre resultan constructivos. Eso da muchos ánimos para continuar trabajando en el blog, o mejor, disfrutando con el blog.
Tu tema de fondo es muy clarificador para el buen desarrollo de una bitácora, porque como bien dices, no se trata de intentar que los demás interactúen a toda costa. En concreto, lo que hace poco me llamó la atención fue un comentario tuyo que me gustó especialmente. Después descubrí que es tu tónica habitual, se ve que lees en profundidad los posts y los comentas con un lenguaje claro y ameno. En seguida empecé a comentarte.
Conectar de verdad es lo auténtico, lo triste a veces es comprobar que en cuanto dejas de comentar los posts de alguien, automáticamente deja de comentar los tuyos. Eso pasa con alguna gente conocida, si. Desde esta otra óptica podrías desanimarte, pero sabes que cuentas con una mayoría que no se comporta así.
Bueno Tarkion (me gustaría conocer tu nombre) te felicito por tan completísimo post cargado de referencias muy valiosas y con el que me identifico totalmente.
Un fuerte abrazo.
¡Hola, Marcos! Antes que nada, me presento: soy Miguel, andaluz de nacimiento y residente en una pequeña y preciosa aldea de cincuenta habitantes en Asturias, en el concejo de Aller.
Te entiendo perfectamente cuando hablas de la PASIÓN (sí, con mayúsculas) y de esa sensación de “alargarse demasiado” al escribir. A mí alguna que otra vez me han criticado por escribir textos largos, pero es que precisamente es lo que me gusta. Para mí, transmitir bien una idea requiere su espacio, dejar que respire y desarrollarla sin prisas. Acortar por acortar, solo porque algunos tienen prisa, es como pedirle a un pintor que haga bocetos en lugar de cuadros. Así que te apoyo totalmente en eso, y es bueno que tengas el equilibrio con los microrrelatos y que incluso incluyas los tiempos de lectura para quienes prefieren un formato más breve.
Me gusta escribir relatos y tengo varios publicados en el blog, además de algunos que fueron incluidos en antologías hace muchos años. Pero son procesos distintos. Aunque cada uno tiene su manera de crear, yo me inclino más por la extensión que por la brevedad literaria. También porque me encanta comunicar. En los relatos y en mis incursiones literarias tiendo de forma instintiva a un lenguaje más trabajado, mientras que en los artículos me permito –y disfruto– una exposición más clara y natural de las ideas.
Me encanta tu blog. Mi situación actual de salud me permite leer y escribir todo el día y, aunque tiene su lado complicado, eso es lo único positivo de mi enfermedad: puedo sumergirme en la lectura y la escritura sin las prisas del mundo exterior. Hoy, por ejemplo, he disfrutado muchísimo con tu artículo sobre El Poni Pisador, igual que el otro día con el del Balrog. Ahí tenemos un interés común que ya es una conexión… pero no es solo eso. Al final, lo que hace que volvamos a ciertos espacios es esa autenticidad que se nota en cada publicación y el mundo que construye cada autor en torno a su contenido.
Estoy de acuerdo contigo en lo que dices sobre la interacción real. Es cierto que a veces, en cuanto dejas de comentar en un sitio, algunas personas desaparecen, como si el blogging fuera una partida de ping-pong en la que si no devuelves la pelota, se acaba el juego. Pero también hay otra clase de conexiones, las que no dependen de la frecuencia sino de la afinidad real, y esas son las que realmente importan.
Muchísimas gracias por tus palabras y por compartir tu visión sobre todo esto.
¡Un fuerte abrazo, compañero!
Muchas gracias por tus palabras, Miguel. Yo soy manchego pero vivo en Madrid y también estoy sobrellevando una enfermedad que ha hecho que me prejubile y viva dedicado a mi familia y mis escritos, es decir, mi blog.
Tengo familia asturiana, en Piedrasblancas en concreto, donde he veraneado cuando era niño. Estoy totalmente contigo en todo lo que comentas, no puedo decir más.
Nos vemos en próximos comentarios.
Saludos!
Hola Tarkion, me ha gustado mucho esta entrada, hace reflexionar. A mi también me gusta que haya una conexión real, aunque sea un mundo digital. Yo entre al mundo bloguero sin expectativas, solo buscaba tener un espacio personal donde escribir lo que me gusta, todavía sigo descubriendo blogs que me encantan(como el tuyo), leo y comento cuando puedo sin esperar nada a cambio, al igual que en la amistad, si me gusta un blog lo visito en la medida que puedo. Las redes para mi no son de interés, casi no interactuo en ellas salvo alguna excepción de personas que conozco tiempo, si que comparto las entradas en ellas por si es de interés para alguien, pero no suelo usar el poco tiempo que tengo en estar presente. Me gusta lo que has expresado en tu artículo.
Un saludo!!
¡Hola, Dakota! Me alegra muchísimo que te haya gustado la entrada y que te haya hecho reflexionar. Creo que esa es una de las mejores cosas que tiene el mundo bloguero: que, aunque sea digital, las conexiones pueden ser reales si se dan de forma natural.
Entrar sin expectativas es, sin duda, la mejor manera de hacerlo. Así es como realmente disfrutas el proceso y descubres blogs que te aportan algo sin la presión de estar midiendo interacciones. Y totalmente de acuerdo con lo de las redes, a veces no encajan en nuestro ritmo o simplemente no nos aportan lo que sí encontramos en los blogs. Compartir sin obsesionarse con la presencia constante es un equilibrio perfecto.
Muchas gracias por tu comentario y por pasarte por aquí. ¡Un saludo!
Me ha encantado tu entrada, Miguel. Estoy de acuerdo contigo, yo siempre he descartado los comentarios insulsos en mi blog que como firma tienen el enlace para intentar ganar visitas. Y es que es tan obvio el motivo por el que dejan el comentario, que una piensa que es probable que ni siquiera hayan leído el artículo. Yo siempre he comentado poco, aunque últimamente lo hago más, pero siempre cuando de verdad lo que leo me mueve a ello. Y no puedo dejar de decirte, para terminar, que eres increíblemente generoso por toda la información que ofreces. Un abrazo 🤗
¡Muchas gracias, Beatriz! 😊 La verdad es que se nota cuando alguien comenta con intención y cuando simplemente deja su huella para ver si rasca algo a cambio. No hay nada más frustrante que esos comentarios sin alma, que parecen escritos por un bot con el único propósito de soltar un enlace. Yo también prefiero pocos comentarios, pero que sean auténticos, que aporten algo y, sobre todo, que se note que la persona ha leído lo que escribí.
Lo de comentar poco pero cuando realmente te nace me parece lo mejor. Al final, lo que importa es la conversación real, no el intercambio vacío de favores. Si algo te mueve a responder, es porque ha conectado contigo, y eso tiene mucho más valor que cualquier estrategia de networking forzado.
Y sobre la generosidad… bueno, escribir sin compartir lo que se ha aprendido sería como hacer una buena comida y no invitar a nadie a probarla. ¡Me alegra mucho que la información te haya servido!
Un abrazo 🤗 y gracias por pasarte, ¡tu comentario sí que aporta! 😉