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Guía de Corrección Narrativa: El Noble Arte De Matar Tus Propias Frases

Vuelvo a la carga con mis tutoriales y guías. En esta pequeña guía de corrección os dejo además una herramienta, al final del artículo, para testear vuestros diálogos. Trabajito me ha costado, todo sea dicho jaja. ¡Abrazos!


Imagina esta escena: has terminado. La última palabra de tu manuscrito cae sobre la página con la majestuosidad de un meteorito. Es perfecto. Es una obra maestra. Shakespeare, desde su tumba, te aplaude con envidia. Tu ego, ahora mismo, podría usarse como combustible para cohetes.

Te levantas, te sirves una bebida (la que sea, te la has ganado) y, con una sonrisa de suficiencia, dejas que el texto "repose" unos días…

Luego vuelves. Lo abres. Y el horror.

El horror.

Lo que ayer te parecía una sinfonía literaria, hoy suena como una banda de monos borrachos intentando tocar Vivaldi con herramientas de fontanería. Hay agujeros en la trama por los que podría pasar un camión, personajes con la profundidad emocional de una tostadora y frases que piden a gritos ser sacrificadas en un altar pagano.

Bienvenido al maravilloso, sádico y absolutamente necesario mundo de la corrección. Esta no es una simple guía de corrección narrativa; es un manual de supervivencia.

Si creías que escribir era la parte difícil, prepárate. Corregir es el arte de convertirte en el asesino a sueldo de tus propias (malas) ideas. Es una mezcla de arqueología forense, demolición controlada y terapia de choque para tu ego. Pero es la única forma de que tu historia no solo exista, sino que brille.

Así que afila las tijeras, porque vamos a desmembrar ese borrador con cariño y precisión.

Fase 1: El Vistazo del Águila (Corrección Estructural y de Contenido)

Imagen estructura en guía de corrección narrativa

Antes de pulir las comas, hay que asegurarse de que el edificio no se vaya a derrumbar. Esta es la fase macro, la revisión estructural, donde actúas como un arquitecto loco revisando sus propios planos para ver dónde dejaste una escalera que no lleva a ninguna parte. Aquí no miramos palabras, miramos los cimientos.

El Detector de Agujeros Argumentales (o "Plot Holes")

Un agujero argumental es esa grieta en tu lógica por la que se escapa la credibilidad del lector. Es el momento de "Un segundo…" que saca a quien te lee de la historia para siempre.

  • El Don de la Ubicuidad: Tu personaje no puede estar luchando contra un dragón en las Montañas del Lamento Eterno y, en la página siguiente, estar tomándose un pincho de tortilla en la taberna del pueblo, a menos que el dragón ofrezca servicio de Uber y no lo hayas mencionado. Revisa tus líneas de tiempo, o acabarás creando paradojas que ni un doctor en física cuántica podría resolver.
  • La Amnesia Selectiva del Autor: ¿Recuerdas esa espada mágica que brillaba en la oscuridad y era clave para la trama? Si tu protagonista se olvida de usarla en la cueva más oscura del reino, no es que sea despistado. Es que tú, como autor, has metido la pata hasta el fondo. Es un "cabo suelto", y los lectores odian los cabos sueltos más que las actualizaciones de Windows.

El Personaje: Más Allá del Cartón Piedra

Tus personajes son el alma de la historia. Si son planos, tu relato tendrá la misma emoción que leer el manual de una vaporera.

  • El Arco del Personaje (O cómo evitar que sea una línea recta): Tu héroe no puede empezar siendo un contable tímido y terminar como un pirata espacial berserker solo porque sí. La transformación necesita un catalizador, un viaje, un trauma… Algo más potente que "un martes se levantó inspirado". Si tu personaje no ha cambiado nada al final de la historia, probablemente no ha vivido una historia, sino un recado muy largo.
  • El Cementerio de Personajes Secundarios: ¿Qué fue de Saturnino, el bardo con un laúd mágico que apareció en el capítulo 2 y del que nunca más se supo? Si un personaje no sirve para hacer avanzar la trama, desarrollar al protagonista o dar profundidad al mundo, sobra. No crees personajes para luego abandonarlos en la cuneta narrativa.

El Ritmo y el "Pacing": El Corazón que Late (o no)

El ritmo narrativo es la velocidad a la que fluye tu historia. Un mal ritmo puede hacer que una escena de acción parezca una partida de petanca y que un diálogo íntimo se sienta como una carrera de cien metros lisos.

  • Valles de Tensión: Son esos momentos en los que no pasa nada. Párrafos y párrafos de descripción, diálogos irrelevantes, reflexiones internas que no llevan a ningún sitio… Si tu lector puede irse a preparar la cena mientras lee un capítulo, tienes un problema de ritmo.
  • Picos sin Desarrollo: El extremo contrario. Acción, acción y más acción sin un momento de respiro. Agota al lector y le impide conectar emocionalmente. Tu novela no puede ser una línea recta de adrenalina, o el lector acabará con un infarto.

 

Fase 2: La Lupa del Estilista (Corrección de Estilo)

Imagen de la fase 2 en la guía de corrección narrativa: revisión de estilo

Una vez que la estructura es sólida, toca bajar al barro de las palabras. El estilo es la música de tu prosa. Puede sonar como una sinfonía o como un atasco en la M-30 en hora punta. Aquí es donde aprendes cómo corregir una novela a nivel de frase.

El Mantra Sagrado: "Muestra, no Cuentes"

Este es el mandamiento número uno del escritor, el Grial de la narrativa, el consejo más repetido y, aun así, el más espectacularmente ignorado. ¿Por qué? Porque "contar" es fácil. Es vago. Es lo que hace tu cerebro por defecto para ahorrar energía. "Mostrar", en cambio, es un arte. Es el trabajo de un ilusionista que, en lugar de decir "esto es magia", te saca un conejo de la chistera y te deja con la boca abierta.

"Contar" es informar al lector. "Mostrar" es secuestrar su cerebro y obligarle a vivir la escena. Cuando muestras, activas sus cortezas sensoriales. Le haces oler la pólvora, sentir el frío del acero, saborear el miedo. Dejas de ser un narrador y te conviertes en un traficante de experiencias.

Veamos cómo se hace esto sin acabar en la cárcel.

Desmontando el Clásico: De la Etiqueta a la Evidencia

El ejemplo base es un buen punto de partida, pero vamos a llevarlo al siguiente nivel.

  • Contar (La etiqueta vaga): "Estaba muy nervioso".
  • Mostrar (La evidencia sensorial y fisiológica): "Su corazón latía con la furia de un baterista de heavy metal. Se frotó las manos sudorosas contra el pantalón, dejando una mancha húmeda que delataba su pánico existencial. Un tic nervioso le sacudía el párpado izquierdo y notaba el sabor metálico de la adrenalina en la boca del estómago".

¿Ves la diferencia? No hemos dicho que está nervioso. Hemos presentado las pruebas y hemos dejado que el lector llegue a esa conclusión. Lo hemos convertido en un detective, no en un simple espectador.

Más Allá de la Vista: El Concierto de los Cinco Sentidos

El error más común al intentar "mostrar" es centrarse solo en lo visual. Pero tus lectores tienen cinco sentidos, ¡úsalos!

  • Contar: "La taberna era un lugar desagradable".
  • Mostrar con todos los sentidos: "El aire de la taberna era una sopa espesa con olor a cerveza rancia, sudor y el humo graso de la cocina. El suelo se pegaba a las botas a cada paso, un coro de risas estridentes y jarras chocando rebotaba en las paredes de madera oscura, y el estofado que burbujeaba en una olla tenía un sospechoso color verdoso".

Ahora no solo sabemos que la taberna es desagradable, sino que la hemos sentido. Casi necesitamos una ducha después de leerlo.

Acciones > Adjetivos: Los Personajes se Definen por lo que Hacen

Nunca digas que un personaje es "valiente", "cobarde", "inteligente" o "torpe". Demuéstralo con sus acciones. Las etiquetas son para los botes de conservas, no para las personas (ni para los personajes que aspiran a serlo).

  • Contar: "Era un líder nato y muy valiente".
  • Mostrar: "Mientras los demás retrocedían, él dio un paso al frente, interponiéndose entre la bestia y el niño. Desenvainó la espada, no con un grito de guerra, sino con una calma heladora que infundía más terror que cualquier rugido. —Atrás —dijo, sin apartar la vista del enemigo—. Yo me encargo".
  • Contar: "Era torpe e inseguro".
  • Mostrar: "Intentó servir el vino, pero sus manos temblaban tanto que la botella tintineó contra la copa. Derramó un chorro carmesí sobre el mantel blanco impoluto, y sus mejillas ardieron con más intensidad que la propia mancha. —Yo… lo siento… no… —balbuceó, intentando secar el desastre con una servilleta, empeorándolo todo".

El Truco Definitivo: El Verbo es tu Mejor Amigo

Si quieres un atajo para empezar a mostrar más y contar menos, céntrate en los verbos. Los verbos son el motor de tus frases. Un verbo potente y específico puede hacer el trabajo de tres adjetivos y un adverbio.

  • Contar con verbos débiles: "El hombre caminó por la calle".
  • Mostrar con verbos potentes:
    • "El hombre se arrastró por la calle" (sugiere herida, agotamiento).
    • "El hombre se deslizó por la calle" (sugiere sigilo, peligro).
    • "El hombre se pavoneó por la calle" (sugiere arrogancia, orgullo).
    • "El hombre deambuló por la calle" (sugiere pérdida, confusión).

Con solo cambiar una palabra, hemos pintado un cuadro completamente diferente sin añadir una sola etiqueta.

Así que la próxima vez que te encuentres escribiendo "ella estaba triste" o "él era malo", detente. Imagina que eres una cámara de cine. No puedes grabar "tristeza" o "maldad". Solo puedes grabar lo que la gente hace y dice. Graba eso. Muéstralo.

El lector hará el resto. Y te lo agradecerá.

El Arsenal Léxico: Adiós a los Zombis del Vocabulario

Tu prosa es tan fuerte como las palabras que usas. Hay ciertas palabras y expresiones que actúan como vampiros de energía, dejando tus frases anémicas y sin vida.

  • La Plaga de los Adverbios en "-mente": Usar demasiados es el camino fácil y, generalmente, el incorrecto. Debilitan tu prosa. Stephen King los odia, y si controlar su uso es lo bastante bueno para él, es lo bastante bueno para nosotros. Bajo mi punto de vista no hay que fustigarse: a veces pueden ser eficaces, dependiendo de lo que quieras decir y de cómo quieras decirlo. Pero sigamos:
    • Perezoso: "Caminaba lentamente mientras miraba cuidadosamente a su alrededor".
    • Potente: "Se demoraba, escrutando cada sombra del callejón".
  • La Caza de Verbos Débiles: Huye de "ser", "estar", "haber" o "tener" como si fueran el apocalipsis. Son los zombis del vocabulario.
    • Débil: "Había un libro en la mesa".
    • Fuerte: "Un libro descansaba sobre la mesa".
  • Aniquila las Palabras Comodín: "Cosa", "tema", "hacer", "aspecto"… son términos vagos que no dicen nada. Sé preciso.
    • Vago: "Tenemos que hacer algo sobre esa cosa".
    • Preciso: "Tenemos que solucionar este problema".

El Ritmo es el Rey (y la Cacofonía es el Bufón)

Si tus palabras fueran soldados, el ritmo sería el tambor de guerra que marca su paso. Una buena prosa no solo se lee; se siente. Tiene una cadencia, una musicalidad interna que engancha al lector a un nivel casi subconsciente. Es el arma secreta para controlar su pulso cardiaco desde el teclado. ¿Quieres que sienta ansiedad? Acelera el ritmo. ¿Buscas que se sumerja en una atmósfera melancólica? Ralentízalo hasta que casi pueda oír el silencio.

El ritmo es la banda sonora de tu texto. Es un tema tan crucial que en IAdicto Digital ya le he dedicado un par de autopsias completas. Si quieres bucear en las profundidades de cómo evitar que tu prosa tropiece, échale un ojo a Ritmo en la Escritura: Evita esa "Piedra en el Zapato". Y si quieres entender cómo las palabras pueden crear música, no te pierdas Ritmo Musical en la Escritura: ¡Que tu Texto Suene! (Sin Crujir).

Ahora, volvamos a nuestro quirófano. La clave del ritmo es una sola palabra: variación.

Frases Cortas: El Staccato de la Acción

Piensa en las frases cortas como en jabs de un boxeador. Son rápidas. Precisas. Dolorosas. Crean urgencia, tensión y una sensación de que todo está a punto de estallar. Son perfectas para escenas de acción, momentos de pánico o revelaciones impactantes.

  • Ejemplo de ritmo frenético:

    La puerta se abrió de golpe. Nadie. Un pasillo oscuro. Silencio. Entonces, un ruido. Un arañazo en la pared. Corrió. No miró atrás. El miedo le mordía los talones.


Cada punto es un latido. Cada frase corta es una bocanada de aire. No hay tiempo para pensar, solo para sentir.

Frases Largas: El Legato de la Atmósfera

Las frases largas son lo contrario. Son como un travelling de cámara lento y panorámico. Permiten al lector respirar, absorber el entorno, sumergirse en los pensamientos de un personaje o sentir la majestuosidad de un paisaje. Son ideales para descripciones, reflexiones y para crear una atmósfera envolvente.

  • Ejemplo de ritmo pausado:

    Se detuvo en la cima de la colina, desde donde el valle se desplegaba bajo sus pies como un tapiz tejido con hilos de niebla y luz de luna, salpicado por el parpadeo lejano de las hogueras de un campamento que parecía tan pequeño e insignificante como sus propias esperanzas en aquella inmensidad silenciosa.


Una frase así obliga al lector a detenerse, a paladear cada palabra. No informa, transporta.

El Latigazo Narrativo: La Magia Está en el Contraste

Un texto solo con frases cortas agota. Uno solo con frases largas duerme. El verdadero poder, el truco de esos grandes maestros que nos inspiran, está en la combinación. En el contraste brutal.

Imagina que construyes una atmósfera de calma con una o dos frases largas y, justo cuando el lector está relajado, le golpeas con una frase corta y demoledora.

  • Ejemplo del latigazo:

    Paseaba por la orilla mientras el sol se disolvía en el horizonte, tiñendo las nubes de un naranja violáceo que prometía una noche tranquila y apacible, una de esas noches en las que el mundo parece perdonarte todos tus errores. Entonces vio el cuerpo.


Ese "Entonces vio el cuerpo" después de la descripción poética es un puñetazo en el estómago. Es el ritmo usado como un arma de destrucción emocional.

¡Cuidado con la Cacofonía, el Bufón del Párrafo!

La cacofonía es la repetición cercana de sonidos similares que convierten tu prosa en un trabalenguas insufrible. Es el enemigo de la musicalidad.

  • El crimen: "Tomás trató de traer tres trastos".
  • La consecuencia: El lector no debería necesitar un logopeda para terminar un párrafo. Suena torpe, distrae y rompe por completo la inmersión. A menos que tu personaje sea un rapero con problemas de dicción, evita sonar así.

Para combatirla, lee siempre tu texto en voz alta. Tu oído es el mejor detector de cacofonías. Si una frase te suena rara o te trabas al leerla, probablemente ahí haya un bufón haciendo de las suyas. Cámbiala, busca sinónimos, reordena. Haz lo que sea necesario para que la música vuelva a sonar.

 

Fase 3: El Exorcismo Final (Corrección Ortotipográfica)

revisión ortotipográfica en la corrección narrativa

Esta es la fase donde te enfrentas a los demonios más pequeños pero más humillantes: las erratas, las comas asesinas y los acentos fantasmas. Un texto con fallos es como un traje de gala con una mancha de kétchup: todo el mundo la verá antes que el traje. Es la parte menos creativa, pero ten por seguro que te hará mejor escritor.

La Coma Criminal y Otros Delincuentes

Hay muchos tipos de comas mal puestas, pero hay una que es el pecado capital de la escritura: la coma entre el sujeto y el verbo.

  • El Crimen: "El caballero de brillante armadura y corazón valiente, llegó tarde al rescate".
  • La Ley: ¡JAMÁS se separa el sujeto del verbo con una coma! No importa que el sujeto sea más largo que un día sin pan.
  • La Solución: "El caballero de brillante armadura y corazón valiente llegó tarde al rescate".

La Batalla Campal del Diálogo

Cuando comienzas con la escritura, puntuar diálogos correctamente puede ser una pesadilla. La clave es distinguir la raya de diálogo (—) del guion (-). Usar el guion es el equivalente a ir a una boda en chándal.

El DNI de la Raya de Diálogo: ¿Punto antes o después?

  • El inciso del narrador empieza con minúscula si usa un verbo de habla (dijo, preguntó, susurró…).

    —No pienso ir —dijo ella—. Y llévate al ornitorrinco.


  • El inciso empieza con mayúscula si es una acción independiente y la frase anterior termina con punto.

    —Se acabó. —Recogió sus cosas y se marchó.


  • Si el personaje sigue hablando, el signo de puntuación (coma, punto y coma…) va después de la raya de cierre.

    —Si me hubieras hecho caso —susurró mientras miraba a su hijo—, ahora no estaríamos así.


Infografía artículo sobre corrección narrativa
¿Correccción con tres "C"? Por supuesto, de toda la vida 😅. Si hay más fallos a mí no me miréis.😂

El Trío Calavera de la Puntuación

  • El Punto y Coma (;): Es ese amigo intelectual que nunca se decide. Una pausa más fuerte que la coma, pero sin el compromiso final de un punto. Úsalo para separar elementos de una lista que ya tienen comas, o para unir dos frases muy relacionadas pero independientes.
  • Los Dos Puntos (:): Son el maestro de ceremonias. Su función es crear expectación y anunciar lo que viene: una lista, una cita, una conclusión. "Y el asesino es: el mayordomo".
  • Los Puntos Suspensivos (…): El arma secreta de los creadores de cliffhangers. Son siempre tres, ni uno más, ni uno menos. Perfectos para la duda, el misterio o para cuando no sabes cómo terminar una frase pero quieres parecer profundo.

Reglas de Supervivencia con Signos

  • Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, pongas un punto después de un signo de interrogación (?) o exclamación (!). Esos signos ya llevan el punto incorporado de serie.
  • El punto, la coma o cualquier otro signo siempre va después de las comillas de cierre. Correcto: Dijo: «Adiós». Incorrecto: Dijo: «Adiós.».

Capitalización para Rebeldes: La Guerra Fría contra el Inglés

Tu instinto, maleado por años de series, películas y memes en inglés, te gritará que pongas mayúsculas por todas partes. ¡Resiste! La RAE es clara y no le gustan las ínfulas de grandeza.

  • Cargos y Títulos: El presidente, el rey, el papa, la directora general… todos van en minúscula. No son nombres propios, son cargos. Por mucho que te impresione, no es "el Papa Francisco", es "el papa Francisco".
  • Días, Meses y Estaciones: En español, el lunes, marzo y el verano son humildes y van en minúscula. No son como Monday o March, que se creen muy importantes. No dejes que su arrogancia te contagie.
  • Idiomas y Gentilicios: Se escribe español, no Español. Y se es francés, no Francés. Las mayúsculas aquí son un anglicismo innecesario.

El Club VIP de la Cursiva y las Comillas

No todos los signos de puntuación son iguales. Hay un orden, una jerarquía. Usarlos mal es como intentar entrar en una discoteca exclusiva con zapatillas de estar por casa.

  • Las Cursivas: Son para los extranjerismos crudos (software, ad hoc, feedback), para los títulos de obras completas (libros, películas, discos como El Señor de los Anillos o Thriller), y a veces para los pensamientos de un personaje.
  • La Jerarquía de las Comillas: En español, el orden de prestigio es este:

    1. Angulares o latinas (« »): Son las principales, las que tienen pase VIP. Úsalas siempre como primera opción para citar algo.

    2. Inglesas o dobles (“ ”): Se usan para entrecomillar algo que ya está dentro de unas comillas angulares.

    3. Simples (‘ ’): Para entrecomillar algo dentro de unas comillas inglesas. Son el último recurso.


    Ejemplo de la jerarquía en acción: «Mi profesor siempre decía: “La palabra ‘procrastinar’ es vuestra mejor amiga y vuestra peor enemiga”».


El Cuarteto Apocalíptico de la Gramática

Confundir esto es un clásico. Vamos a zanjarlo con la elegancia de un hachazo:

  • ¿Por qué?: Para preguntar. Lleva tilde y va separado. "¿Por qué el mayordomo tenía un hacha ensangrentada?".
  • Porque: Para responder. Sin tilde y junto. "Porque le apetecía redecorar el salón".
  • Porqué: Es un sustantivo. Significa "el motivo". "Nunca entendí el porqué de su afición a la taxidermia".
  • Por que: El más raro. Es la preposición ‘por’ + ‘que’. Truco: si puedes meter "el cual" o "la cual" en medio, es este. "La razón por (la) que lo hice fue la pura maldad".

Conclusión: La Historia Nunca Está Terminada, Solo Abandonada

Corregir es un acto de amor y de odio. Es la fase que separa a los aficionados de los profesionales. Es aceptar que tu primera versión es solo un borrador, un caos de ideas que necesita ser domado y pulido hasta la extenuación.

No busques la perfección, busca la excelencia. En algún momento tendrás que soltarlo, dejar que vuele y empezar con la siguiente historia que te atormentará por las noches. Porque ese es nuestro oficio. Y esta guía de corrección narrativa es solo el mapa; el viaje lo haces tú.

Ahora es tu turno, valiente. Baja a las mazmorras de tu manuscrito y cuéntanos en los comentarios: ¿cuál es el monstruo (errata, plot hole, frase infame) más terrible que has tenido que aniquilar en tus revisiones?

¡Extra, extra!: herramienta para testear diálogos:

Testea tu diálogo

*(Advertencia: Si encuentras un fallo exponlo en un comentario e intentaré corregir el código)*.

Pega aquí tu diálogo y pulsa el botón para detectar los errores de puntuación más comunes.

 


Por si crees que a alguien más le gustaría.

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Comentarios

11 respuestas a «Guía de Corrección Narrativa: El Noble Arte De Matar Tus Propias Frases»

  1. Avatar de Merche

    Hola, Miguel, vaya curro, has explicado en una entrada la mitad de mis clases de lengua de la ESO, jajaja. (Ya sé quién me va a dar las clases el curso que viene). Y además de todo este curro con herramienta final para corregir diálogos… Está genial. (Aunque no la he probado que estoy con el móvil mirando al mar).
    Has creado un recurso buenísimo para aquel que se adentre en el mundo de la escritura. Muy, muy bueno. Dale caña por las redes, merece mucha difusión.
    Un abrazo. 🤗

    1. Avatar de Tarkion
      Tarkion

      Jajaja, Merche… ahí restregando las vistas al mar, ¿eh? Qué envidia más sana. Espero de verdad que estés disfrutando de esos días como se merecen. Yo aquí con vistas al bosque desde la ventana, y cuando puedo, me escapo a la terraza a respirar un poco de verde, así que no me quejo (demasiado). 🥰

      Gracias por lo que dices. Me hace ilusión que te haya parecido útil, sobre todo viniendo de alguien que sabe explicar bien, y que tiene que lidiar con ese reto cada día. Todo esto se lo resumí hace años a mis sobrinos y otros alumnos, para ayudarles con lengua —lo básico, claro—, pero siempre me quedó la espinita de querer hacerlo más divertido y más claro que lo que yo recordaba de mis clases. Y tú lo sabes mejor que nadie: el mismo contenido puede ser un ladrillo o una maravilla, dependiendo de cómo se cuente.

      Sobre la herramienta para testear diálogos… ¡buf! Eso fue lo más duro. Mil pruebas, cambios, errores, pero ahí está. Funciona, al menos para detectar lo más común. Más adelante quizá le meta caña con algo más complejo. Aunque ahora, entre tú y yo, cualquier IA medio bien entrenada ya hace virguerías con eso… pero qué quieres, a mí me hacía ilusión currármelo desde cero y poder añadirlo en un bloque de código en la misma entrada.😅

      Y nada, que me enrollo como siempre. Gracias de corazón por pasarte, por leer y por comentar desde ese maravilloso mar al que seguro que te dirigirás de nuevo en breve jeje

      ¡Un abrazote fuerte y disfruta el descanso, que te lo has ganado! 🫶

  2. Avatar de ric

    ¡Excelente!, compañero, te sales. Vamos que el que piense en escribir y corregir tiene en tu casa la herramienta definitiva. Eres un crack y estoy seguro de que muchas personas te lo van a agradecer.

    Una de las cosas que vamos perdiendo, con el tiempo, es saber escribir, pero hoy le has dado un motivo a la sociedad para no solo escribir, sino a corregir esos textos, que, en la mayoría de los casos, son para echarse a llorar, con errores continuados y lo más preocupante: faltas de ortografía o textos acortados, como los de las nuevas generaciones, son perezosos hasta para mensajear.

    ¡Un abrazo compañero!

    1. Avatar de Tarkion
      Tarkion

      ¡Ric, me alegra verte por aquí, compañero!

      Gracias de corazón por este comentario tan potente y tus amables palabras. Que venga de ti lo hace doblemente valioso, porque sé que defiendes la escritura con compromiso y sinceridad. Y sí, tienes razón: hoy en día escribir bien ya es una rareza, pero corregirse… eso es casi heroico.

      Por eso me alegra que este artículo sirva para recuperar esa chispa. Aunque a veces parezca que el mundo escribe a base de abreviaturas y emojis, hay muchos —como nosotros— que siguen creyendo en el poder de las palabras bien usadas.

      Un abrazo enorme, y gracias por estar siempre ahí. 💪

  3. Avatar de Marta Navarro
    Marta Navarro

    Ay, Miguel. Esta sección es todo un regalo y esta entrada en concreto una maravilla. Divertidísima y muy muy útil. Te he estado leyendo con una sonrisa todo el rato y los consejos me han parecido de lo más acertado. El trabajo de corrección es muy árido pero, como dices, es lo que marca la diferencia y es imprescindible. Las imágenes, por cierto, espectaculares. Acompañan muy bien al texto. Besos y gracias por el trabajo.

    1. Avatar de Tarkion
      Tarkion

      ¡Marta!

      Gracias por tus palabras, de verdad. Me alegra muchísimo que hayas disfrutado la lectura y que los consejos te hayan parecido útiles. Ya sabes que si consigo que alguien aprenda y sonría a la vez, me doy por más que satisfecho. Sé que tú eres de las que trabajan sus textos con mimo, y leerte que la sección te ha parecido un regalo es un halago para mí. ¡Mil gracias!🥰

      ¡Un fuerte abrazo! 🤗🤗

  4. Avatar de Jose Antonio Sánchez

    Muchas gracias, Miguel.
    Un Currazo. ¡Qué grande!
    Lo guardo para ir trabajándolo poco a poco, que soy de neuronas "antiguas", 😂
    Abrazo Grande.

    1. Avatar de Tarkion
      Tarkion

      ¡José Antonio!

      Gracias por pasarte y por guardar la entrada. Lo de las neuronas “antiguas” me ha hecho reír, pero te digo una cosa: ojalá muchas modernas tuvieran esa curiosidad y ganas, porque eso va más allá de edades. Lo bueno de esta guía es que no caduca, puedes ir entrando a picotear cuando quieras… y sin prisas, que la corrección no entiende de relojes.

      ¡Un abrazo grande, compañero! 🤗🤗

  5. Avatar de Dakota

    Hola Miguel, vaya pedazo de trabajo has hecho con esta entrada, además divertida, lo de los monos borrachos ha estado sembrado, jajaja.
    La verdad que toda la información que has dado es muy útil.
    Yo peco mucho de no usar bien los signos de puntuación, a veces también paso de un tiempo verbal a otro sin darme cuenta, las reglas de los "porqués", tampoco los suelo usar bien.
    Cuando termino de escribir, ya sea relato u otra cosa, suelo pasar el texto por un corrector para intentar no asesinar demasiado la ortografía y signos de puntuación, jajaja.

    Muy bueno Miguel, a difundirlo sin piedad.

    Un abrazo grande🌹

    1. Avatar de Tarkion
      Tarkion

      ¡Mari!

      Me alegra mucho que te haya resultado útil la entrada… y sí, lo de los monos borrachos se me fue de las manos, pero si te ha sacado una risa, ya ha merecido la pena 😄

      Y oye, que reconozcas tus "pecados" narrativos con tanto humor es justo lo que hace falta para poder mejorar de verdad. A veces corregir da pereza, pero tú le pones ganas —y eso se nota en tus textos—. Lo de los correctores es un buen recurso, claro, pero con la práctica se consiguen milagros. Eso sí, si no se practica vuelven a aparecer esos fallos y es empezar otra vez 🤷‍♂️.

      Gracias de corazón por pasarte, por comentar y por animarme a compartirlo. Lo de difundir no es mi fuerte, pero aquí queda para quien lo necesite. Más adelante haré otras guías. 😅

      ¡Un abrazote! 🤗🤗

  6. Avatar de Themis

    Hola Miguel, muy pero muy bueno, la verdad que me desasnaste de muchas cosas que a veces ni en cuenta las tengo, eso de las colmillas quién iba a decir que traen tantas vueltas y hay para una cosa y hay para otra, me hicieron acordar a los cubiertos en cena de etiqueta que quien no los maneja no entiende ni para que sirven y de repente prefiere no comer, jajajjaja. Las comas esas son otras, me vuelven loca, escribiría sin ellas, hay veces que me lo propongo ni mirarlas que cada quien las ponga en donde quiera, por otro lado digo, qué vas a imitar a Saramago, mejor sigue a la vieja usanza y ni te digo todo lo demás que aquí muestras con tanta propiedad, un lujo de entrada, llena de formas para escribir bien, gracias por ella, abrazo grande

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